sábado, 26 de noviembre de 2011

¿Casualidad o causalidad?





El tiempo pasa, los minutos llegan...¿un encuentro? Llega el día, la mañana, una tarde y la noche, ¿ningún encuentro? Alguien quiere pasar como lo que nada ha pasado y eso no ocurre, ¿una casualidad? releemos nuestra historia y pienso y siento y...






martes, 15 de noviembre de 2011

Gritar o callar

Nos situamos en la Alemania nazi del 46. Martin Niemöller fue un pastor luterano de la época que se enfrentó al régimen nazi, nos legó un conocido poema atribuido erróneamente a Bertotl Brecht. A continuación os dejo con este cántico en el cual se da voz a los sin voz; en puertas de un nuevo milenio veremos en otro vídeo cómo la "cosa" no ha cambiado en el fondo.


"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."




domingo, 16 de octubre de 2011

El rigor de la ortodoxia


Pero la leña, húmeda por el rocío de aquella mañana, ardía mal, y se había levantado además un impetuoso viento, que apartaba de aquella dirección las llamas. El suplicio fue horrible: duró dos horas, y por largo espacio oyeron los circunstantes estos desgarradores gritos de Servet: "¡Infeliz de mí! ¿Por qué no acabo de morir?" (Año de 1560)

domingo, 3 de julio de 2011



Que no. Que los religiosos contemplativos, monjes y monjas, no se aíslan del mundo; ni viven del cuento; ni viven para hacer dulces. Que no. Que sus vidas no se tiran por la borda, ni se entierran vivas, ni son inútiles. Esos tópicos nacen del desconocimiento y de los prejuicios de una sociedad incapaz de distinguir lo urgente de lo importante...




http://www.alfayomega.es/Revista/2011/742/01_enportada2.php

martes, 14 de junio de 2011

LeCTuRa


“Sí, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión. No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común. La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia. Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es un sustituto del paraíso”.


DEL LIBRO:

Autor: Ernesto Sabato
Título: Antes del fin
Editorial: Seix Barral
Año: 1999
Pags.:189

martes, 19 de abril de 2011

UNA LECCIÓN DE SENCILLEZ


Un poco de miedo y escepticismo se mezclan con la esperanza de transmitir un poco de alegría a personas que, a sabiendas, en su interior gozan de una felicidad forjada en su quehacer diario que uno no les podrá dar. Es todo ello la impresión que uno tiene cuando le proponen a hacer un viaje a Honduras, un país de Centro América donde como todos sabemos, los recursos y bienes económicos son más bien escasos.

Así pues, no fue este un viaje de placer para conocer naturaleza, ciudades y monumentos (que un poco sí que hubo); el placer vendrá añadido por la buena disposición de sus gentes agradecidas a que unas manos amigas estén dispuestas a compartir experiencias e infundir un compromiso de supervivencia.

Todo ello fue posible a “Emi”, una misionera de la Fraternidad Misionera “Verbum Dei” que nos acogió para que desde su contacto con aquellas gentes uno pueda inmiscuirse hasta la realidad de un pueblo hondureño marginado. Una marginación que en todos los casos es muy parecida a la que se puede vivir en España en el fondo, pero las formas están mucho más desprovistas que aquí.

Así por ejemplo, la mujer convive sin derechos y desprovista, con un único afán interior de llevar su familia adelante. No cuenta con más respaldos de la Administración Pública ni de sus propios vecinos para ayudarle en lo más mínimo, porque para ellos es bastante ya con tener que aguantar su propia “vela”.

Por tanto son mujeres que en su mayoría tienen que “sacar” a sus hijos cuando no reciben ayuda de su esposo porque es alcohólico y se gastó el dinero o llanamente les dejó para vivir otra vida menos comprometida. Quiero desde aquí reconocer el gran trabajo realizado por la ONGD “Manos Unidas” al acercarse a las madres bajo el lema “Madres Sanas, Derecho y Esperanza” en una de sus pasadas campañas.

Y será la madre, la mujer que con su trabajo diario y continuado como pueda llevar adelante estas sociedades de injusticia.

Pero los últimos y los primeros al mismo tiempo en sufrir las consecuencias de todo esto serán los niños y niñas que se presentan ante un futuro incierto. Es una infancia plagada por la falta de oportunidades, sin una educación digna y una higiene bastante deficitaria, donde la sanidad dicha sea de paso, deja mucho que desear. Quiero también desde aquí hacer un llamamiento a todos los estudiantes mayores y pequeños para decirles públicamente que agradezcan el poder ir a clase, el poder sentarse en un pupitre con calefacción en los crudos días de enero y de sentirse conscientes al menos, con esa posibilidad de elección ante el “poder estudiar”. Podría animarles a más cosas pues como se dice, “el que mucho abarca poco aprieta”; prefiero dejar clara esta prioridad a la opción de la educación y del conocimiento para así disponer de personas más libres, preparadas y comprometidas.

Fueron muchas las vidas, las personas que se cruzaron en mi camino durante la primera quincena de enero en aquél del año 2008 que duraron mis vacaciones. Todos estos rostros que viven bajo un denominador común de injusticia, pero siendo capaces de compartir lo que tienen y esperanzados a vivir en letras mayúsculas desde la sencillez, la austeridad, con sólo lo necesario.

Quiero también hacer pública la atención y ayuda de amigos, de nuestro párroco Bartolomé, Cáritas así como de nuestras papelerías “Moreno” y “Cervantes” por su desinteresada contribución con material escolar.

Despedirme con que “otro Mundo es posible”, invitar a no vivir desde nuestro egoísmo y agradecer todo cuanto se nos viene dado, que os lo puedo asegurar es mucho.

martes, 8 de marzo de 2011

¿Qué es la cultura?


Desde estas páginas pretendo dar a conocer más ampliamente cuál es el concepto de cultura, donde muchas veces es confundido con el término histórico, tomando como referencia en todo caso la cultura de mi pueblo, la cultura quesadeña (aunque este artículo es totalmente prorrogable a cualquier otra). Así en un primer punto distinguimos entre historia, que sería todo nuestro legado monumental y arqueológico; desde las cuevas de arte rupestre (Patrimonio Mundial por la UNESCO), junto a la villa romana de Bruñel, pasando por el casco antiguo de nuestro pueblo.

El término cultura va mucho más allá, está en estrecha relación con las personas que día a día han desarrollado unas costumbres, unos ritos, una gastronomía o tal como lo definiera Tylor, “cultura (...) es ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”.

Por lo tanto nos encontramos ante elementos históricos y culturales, donde los primeros son fáciles de cuantificar, de describir por su edad cronológica, son de Quesada porque están ahí; ¿hasta qué punto podríamos decir que lo “culturalmente quesadeño” es único?. Sí, ya lo sé, estimado/a lector/a que las fiestas y tradiciones, por ejemplo, son propias de Quesada y eso no nos lo va a quitar nadie (tampoco lo pretendo) pero lo que trato de desarrollar a continuación es que las culturas de todos los pueblos de este planeta son muy similares, no podríamos hablar de una cultura genuina, únicamente varían en la forma, en su lugar geográfico... el fondo, es el mismo.

La cultura es aprendida

Es decir, la cultura se transmite de generación en generación; aquello que hacían nuestros padres nos lo han enseñado a nosotros, como es labrar el campo. Quesada por su tradición agrícola, o más bien olivarera ha sabido transmitir día a día, a saber cómo cuidar nuestros olivares desde formas más tradicionales hasta nuestros días donde la ingeniería ha avanzado hasta hacer un trabajo más fácil y productivo. Pero lo mismo ocurre con la gastronomía donde las recetas de gachas, migas, pisto, postres, no quedan anclados en el pasado y esas recetas cuyo origen parece ser árabe, permanece aún hoy día, quizá con los cambios y las necesidades que haya querido darle la historia desde su origen.

Desde un punto de vista más técnico, es lo que se conoce como enculturación, donde todas las personas comenzamos, a través de un proceso de aprendizaje consciente e inconsciente y de interacción con otros, a hacerse propia una tradición cultural.

La cultura es simbólica

Todos los pueblos tienen la capacidad de simbolizar y de este modo crear y mantener la cultura. Así es en la simbología donde reside toda la esencia de la cultura para los diferentes pueblos.

De entre el ciclo festivo de la nuestra cultura, cito la Traída de la Vírgen donde para los quesadeños supone un gran fervor en torno a la Virgen de Tíscar; sin embargo para un nativo de la Amazonia este acto supone una mera representación de una talla de imaginería. Pero igualmente ocurrirá con los rituales que pudiesen desarrollar tales tribus donde para nosotros quedaría en una serie de cantos...

La cultura somete a la naturaleza

La naturaleza se impone a la cultura. Las personas tenemos que comer, pero la cultura nos enseña qué, cuándo y cómo. Así en Quesada tenemos un ejemplo muy evidente en las gachas, un plato típico a base de harina; donde la cultura nos ha ido enseñando cuándo debemos comer, recordemos a nuestros abuelos y seguramente todavía se escuche en algunas casas, aquello de “no comer gachas cuando hubiese muerto para que no meta los pies en el caldo”, del cómo, solamente citar cuando se comen en la sartén con lo de “cuchará y paso atrás”.

Pero siguiendo en este apartado, merece la pena recordar que las personas además tenemos la necesidad de divertirnos, por lo que aparecen multitud de fiestas en nuestro pueblo. Esta vez solo quiero quedarme con las fiestas de agosto, donde este caluroso mes (en parte) no ha sido una barrera para impedir el divertimiento, con la Verbena del Jardín bailando al aire libre, es otra manifestación más de cómo la cultura se somete a la naturaleza.

La cultura lo abarca todo

De este modo, no solamente los graduados universitarios tienen cultura, sino toda la gente de a pié posee su propia cultura donde es vista con características no merecedoras de un estudio serio. Cosa que no es cierta si nos acercamos a los refranes populares o a las letras de las “Madrugás”:

Anda diciendo tu madre

que tienes un olivar,

el olivar que tú tienes

es que te quieres casar.

La cultura está pautada

La cultura no son costumbres y creencias fortuitas, sino sistemas pautados integrados. Las costumbres, instituciones, creencias y valores están interrelacionados, si uno cambia, los otros lo hacen también. Una muestra clara de cómo este sistema de cultura integrado acaba por girar en otra dirección es en el luto. Así a raíz de un cambio de valores, de miedos hacia la persona que ha fallecido da lugar a un desuso paulatino de esta tradición.

Son estos algunos de los puntos en los cuales se puede describir la cultura y a través de ellos nos podemos dar cuenta de que la cultura conlleva una simbología, unas costumbres, muchas interpretaciones que dependerán en gran medida de unos antepasados de unas formas aprehendidas que nunca serán desdeñables siempre y cuando contribuyan al desarrollo de las personas en todos sus campos.

Pero no podría finalizar esta exposición sobre lo que es cultura, sin referirme al etnocentrismo y relativismo cultural. Tranquilidad, estimado/a lector/a, verá a continuación como este tiempo de lectura no ha sido en vano... Y es que una de las metas hoy día de la antropología y de otras ciencias sociales es la de combatir el etnocentrismo, la tendencia a aplicar los propios valores culturales para juzgar el comportamiento y las creencias de personas criadas en otras culturas, cuando como hemos comprobado anteriormente, todas las culturas son muy similares en el fondo, variando únicamente en su exterior. En todas partes la gente piensa que las explicaciones, opiniones y costumbres que les resultan familiares son ciertas, correctas, adecuadas y por qué no, morales; viendo el comportamiento diferente como extraño o salvaje.

Lo opuesto al etnocentrismo es el relativismo cultural, donde una cultura particular no debe ser juzgada con los patrones de otra; también es cierto que ello nos podría llevar al extremo de pensar que las reglas éticas y morales de todas las culturas merecen igual respeto. Así no podemos comparar la Alemania nazi con nuestra cultura quesadeña. Por lo que en todo momento hay que respetar la diversidad humana pero sin ignorar los valores internacionales de justicia y moralidad.