Encuentros, segundos, suspiros, gotas, tramos...son las pequeñas cosas, ya sean en su sentido material o abstracto, las que articulan un todo, una vida.
sábado, 26 de noviembre de 2011
¿Casualidad o causalidad?
martes, 15 de noviembre de 2011
Gritar o callar
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."
domingo, 16 de octubre de 2011
El rigor de la ortodoxia
Pero la leña, húmeda por el rocío de aquella mañana, ardía mal, y se había levantado además un impetuoso viento, que apartaba de aquella dirección las llamas. El suplicio fue horrible: duró dos horas, y por largo espacio oyeron los circunstantes estos desgarradores gritos de Servet: "¡Infeliz de mí! ¿Por qué no acabo de morir?" (Año de 1560)
domingo, 3 de julio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
LeCTuRa
“Sí, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión. No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común. La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia. Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es un sustituto del paraíso”.
Título: Antes del fin
Editorial: Seix Barral
Año: 1999
Pags.:189
martes, 19 de abril de 2011
UNA LECCIÓN DE SENCILLEZ
Un poco de miedo y escepticismo se mezclan con la esperanza de transmitir un poco de alegría a personas que, a sabiendas, en su interior gozan de una felicidad forjada en su quehacer diario que uno no les podrá dar. Es todo ello la impresión que uno tiene cuando le proponen a hacer un viaje a Honduras, un país de Centro América donde como todos sabemos, los recursos y bienes económicos son más bien escasos.
Así pues, no fue este un viaje de placer para conocer naturaleza, ciudades y monumentos (que un poco sí que hubo); el placer vendrá añadido por la buena disposición de sus gentes agradecidas a que unas manos amigas estén dispuestas a compartir experiencias e infundir un compromiso de supervivencia.
martes, 8 de marzo de 2011
¿Qué es la cultura?
Desde estas páginas pretendo dar a conocer más ampliamente cuál es el concepto de cultura, donde muchas veces es confundido con el término histórico, tomando como referencia en todo caso la cultura de mi pueblo, la cultura quesadeña (aunque este artículo es totalmente prorrogable a cualquier otra). Así en un primer punto distinguimos entre historia, que sería todo nuestro legado monumental y arqueológico; desde las cuevas de arte rupestre (Patrimonio Mundial por la UNESCO), junto a la villa romana de Bruñel, pasando por el casco antiguo de nuestro pueblo.
El término cultura va mucho más allá, está en estrecha relación con las personas que día a día han desarrollado unas costumbres, unos ritos, una gastronomía o tal como lo definiera Tylor, “cultura (...) es ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”.
Por lo tanto nos encontramos ante elementos históricos y culturales, donde los primeros son fáciles de cuantificar, de describir por su edad cronológica, son de Quesada porque están ahí; ¿hasta qué punto podríamos decir que lo “culturalmente quesadeño” es único?. Sí, ya lo sé, estimado/a lector/a que las fiestas y tradiciones, por ejemplo, son propias de Quesada y eso no nos lo va a quitar nadie (tampoco lo pretendo) pero lo que trato de desarrollar a continuación es que las culturas de todos los pueblos de este planeta son muy similares, no podríamos hablar de una cultura genuina, únicamente varían en la forma, en su lugar geográfico... el fondo, es el mismo.
Desde un punto de vista más técnico, es lo que se conoce como enculturación, donde todas las personas comenzamos, a través de un proceso de aprendizaje consciente e inconsciente y de interacción con otros, a hacerse propia una tradición cultural.
De entre el ciclo festivo de la nuestra cultura, cito la Traída de la Vírgen donde para los quesadeños supone un gran fervor en torno a la Virgen de Tíscar; sin embargo para un nativo de la Amazonia este acto supone una mera representación de una talla de imaginería. Pero igualmente ocurrirá con los rituales que pudiesen desarrollar tales tribus donde para nosotros quedaría en una serie de cantos...
Pero siguiendo en este apartado, merece la pena recordar que las personas además tenemos la necesidad de divertirnos, por lo que aparecen multitud de fiestas en nuestro pueblo. Esta vez solo quiero quedarme con las fiestas de agosto, donde este caluroso mes (en parte) no ha sido una barrera para impedir el divertimiento, con la Verbena del Jardín bailando al aire libre, es otra manifestación más de cómo la cultura se somete a la naturaleza.
Anda diciendo tu madre
que tienes un olivar,
el olivar que tú tienes
es que te quieres casar.
Lo opuesto al etnocentrismo es el relativismo cultural, donde una cultura particular no debe ser juzgada con los patrones de otra; también es cierto que ello nos podría llevar al extremo de pensar que las reglas éticas y morales de todas las culturas merecen igual respeto. Así no podemos comparar la Alemania nazi con nuestra cultura quesadeña. Por lo que en todo momento hay que respetar la diversidad humana pero sin ignorar los valores internacionales de justicia y moralidad.